EVALUACIÓN DEL RIESGO

Es el primer paso en la gestión de riesgos y consiste en la identificación de los riesgos a los que se expone el personal del laboratorio. Debe ser efectuada por el encargado de bioseguridad del laboratorio, el cual, debe capaz de identificar los peligros del laboratorio, el riesgo asociado y la consecuencia que se pueden producir.

Para categorizar el riesgo se debe considerar y medir el impacto de sus consecuencias, de estar manera, priorizar las medidas de mitigación que serán empleadas. Se debe considerar los riesgos más frecuentes, actividades que incrementar el riesgo, y peligros presentes en el laboratorio.

RIESGOS MÁS FRECUENTES

Ingestión de material biológico

Pipetear con la boca, salpicadura de material biológico en la mucosa oral, llevar a la boca material contaminado o los dedos. Comer, beber o aplicar labial en el laboratorio.

Inoculación percutánea o contacto de material biológico con piel no indemne

Manipulación de agujas o jeringas, vidrios rotos, bisturí o material cortante y mala disposición de los residuos.

Inhalación de aerosoles

Durante la manipulación de agujas, jeringas y pipetas, manipulación de muestras y cultivos, en el uso de centrífugas, uso de vórtex, batido de expectoración.

Contacto directo de material biológico con mucosas

Por derrames o salpicaduras, trabajo en superficies contaminadas, manipulación inadecuada de asas o hisopos contaminados, manipulación de lentes de contacto.

ACTIVIDADES QUE INCREMENTAN EL RIESGO DE EXPOSICIÓN

  • Instalaciones sin separación ni delimitación de áreas.
  • Disponibilidad y condiciones inadecuadas de los equipos.
  • Procedimientos con probabilidad de generar aerosoles o gotas.
  • Manipulación de agujas o jeringas.
  • Manipulación de agujas de inoculación y pipetas.
  • Manipulación de grandes volúmenes de muestras y cultivos.
  • Trabajo con animales.
  • Producción de grandes volúmenes o concentraciones de patógenos.
  • Equipo sin mantenimiento

PELIGROS PRESENTES EN EL LABORATORIO

  • Agentes biológicos: depende de las características particulares del microorganismo tales como virulencia, modo de transmisión y vía de entrada, concentración en el inóculo, dosis infecciosa, estabilidad en el ambiente y existencia de profilaxis o tratamiento eficaz.

  • Agentes físicos y mecánicos: traumas, quemaduras, accidentes cortopunzantes, malas condiciones ergonómicas, caídas, incendios, inundaciones, instalaciones eléctricas incorrectas
  • Agentes químicos: exposición a productos corrosivos, tóxicos, irritantes, cancerígenos, agentes inflamables o explosivos.

Una vez detectado el riesgo, es necesario valorarlo, para planear con facilidad las medidas de mitigación que serán empleadas. Para esto, de debe considerar las probabilidades de ocurrencia y las consecuencias del riesgo de la siguiente forma:

  • Muy alta (A): Se espera que el evento ocurra la mayoría de las veces.
  • Alta (B): El evento podría ocurrir alguna vez.

  • Media (C): El evento podría ocurrir, pero muy rara vez.

  • Baja (D): El evento puede ocurrir, pero es probable que nunca ocurra.

Se deben relacionar las probabilidades con las consecuencias para calificar el riesgo, en donde E: riesgo extremo, A: riesgo alto, M: riesgo medio, B: riesgo bajo, D: riesgo despreciable o mínimo, de la siguiente forma: 

Ma Fernanda Espinoza - Maite González - Karla Pino
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